El verdadero método de ashtanga se practica al estilo conocido como «Mysore». Mysore es la ciudad india donde surgió este tipo de yoga, hace casi un siglo, de ahí el nombre de este tipo de práctica. El alumno que asiste a una clase Mysore entra en íntimo contacto consigo mismo, sin artificios ni falsos mitos, por medio de la respiración, la atenta ejecución de asanas y la mirada al interior, en una práctica adaptada a su nivel, progresiva y consecuente con su realidad anatómica. El profesor asiste a cada alumno con instrucciones concretas y personalizadas, ajustes y alternativas a la postura, si hubiese lugar a ello.
Ashtanga yoga es una modalidad que incide en la práctica dinámica en combinación de movimiento y respiración. A través del trabajo físico, se progresa en un estilo de yoga que busca la meditación motriz, mediante la atenta respiración, la realización de posturas a conciencia y la mirada introspectiva. Mientras nos movemos en la práctica de ashtanga, detenemos el reloj vital y observamos nuestro interior.
Objetivos
El beneficio es notorio en el plano físico (mayor flexibilidad, ganancia de fuerza y vitalidad), mental (mejora del nivel de concentración, más claridad) y existencial (mayor autoestima, optimismo, confianza, respeto a uno mismo y a los demás, espíritu de progresión con aceptación).
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